Un grupo de 30 personas, 22 laicas/os y 8 hermanos de la congregación partimos temprano el sábado 11 de mayo rumbo a Tremelo / Bélgica. Al cumplirse 10 años de la canonización de Damian queríamos buscar en el lugar de origen y en la tumba de Damian nuevos impulsos para nuestra propia vida en el seguimiento de Jesús. En el viaje en bus entre Colonia y Tremolo nuestro hno. Heinz Josef Catrein nos ayudó con un relato muy vivo de la vida de Damian enriquecido con muchas citas de cartas de Daminá o de testimonios de contemporánios sobre su persona. La visita del museo en la casa natal de Damian fue otra experiencia valiosa: aquí en este lugar, donde Damián nació y creció casi lo podíamos palpar, se nos hizo cercano. Este primer día culminó con la eucaristía que el grupo celebró en la cripta, delante de la tumba de Damián. Aquí la reflexión de la homilía del provincial se centró en: Silencio – Recogimiento – Oración, palabras que Damián había grabado en su pupitre de estudiante. La actitud contemplativa abre lo cotidiano y lo concreto de la vida y permite experimentar la presencia del Resucitado que transforma y da vida. Este día festivo culminó en la cena en diferentes restaurantes de Lovaina.
El domingo, 12 de mayo, el grupo celebró la Eucaristía con los hermanos flamencos de la comunidad de Sint Antoniusberg que después de la misa invitó a un coctél. Ya en el camino de regreso a casa se hizo una última parada en el santuario de Scherpenheuvel.
20/05/2019