«Todo por Dios, todo en Dios, todo a Dios, he aquí la única verdad consoladora. Abandonaos siempre en Él y encontraréis ahí la paz, la fortaleza para sufrir y la alegría que la sigue». «Todo debería comenzar, o al menos terminar por ahí». «Todo por Dios, no importa el resto, valor, paciencia y esperanza». «Todo por Dios que ésta sea nuestra divisa».
(cf. Cuaderno de espiritualidad Nº 10bis, pág. 37)
Hermanas y Hermanos:
Al conmemorar los 175 años de la vida en plenitud de la Buena Madre, brota de nuestro corazón un ‘gracias infinitas’ a Dios por la vida que nos ha comunicado a través de esta mujer que comprendió que el amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Ella vivió en lo cotidiano la experiencia del abandono en Dios y la paz que se siente cuando se hace todo por Él y para Él.
Su palabra se actualiza y su mensaje nos llega cada día de manera nueva impulsándonos a vivir con gozo y esperanza e invitándonos a continuar contemplando, viviendo y anunciando el amor compasivo de Dios en el mundo de hoy.
¡Feliz celebración!
LAS HERMANAS DEL GOBIERNO GENERAL
18/11/2009