En 1962 Franz Griesenbrock, un artista holandés, creó un Damián (en hormigón) para nuestro seminario en Simpelveld (Países Bajos), que desde el principio se llamó "Damianeum". El primer emplazamiento de la escultura fue la llamada "alameda de los tísicos”, una parte del parque donde los hermanos enfermos podían ir a tomar el aire y a realizar sus ejercicios. En 1963 la tuberculosis ya había desaparecido de los conventos, pero no el recuerdo de aquellos malos tiempos.
La estatua, que muestra una Damián protegiendo a un leproso, fue más tarde trasladada a otra parte del parque, junto a un pequeño estanque, y posteriormente se envió a Lahnstein, cuando la casa de Simpelveld fue vendida. En Lahnstein, Damián guardó valientemente la entrada de casa provincial, incluso hasta tener los pies mojados a causa de una de las grandes inundaciones del Rin.
Después le llegó otro desplazamiento. Ahora está en la entrada de la casa provincial en Werne, donde después de la fiesta de los Sagrados Corazones de 2015, da la bienvenida a los que viven allí y a los que vienen de visita.
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17/06/2015