Como María, nuestros corazones están llenos de alegría y nuestros espíritus están contentos. En agradecimiento al Señor y a la Congregación en general, gracias, a todos, hermanas y hermanos, que nos acompañaron con sus oraciones para hacer que este programa (preparación para los votos perpetuos) sea significativo y fructífero.
Eclesiastés 3: 1-3: hay tiempo para todo. Si hay un comienzo, hay un final. Gracias a María Vidal que vino a sintetizar y cerró este programa. Sin embargo, este no es el final sino el comienzo de nuestra misión. Como los discípulos en el camino a "Emaús", ¿no estaban ardiendo nuestros corazones cuando nos habla en el camino? ". Fue una oportunidad, un regalo y un encuentro lleno de gracia con el Señor.
Caminar juntas durante los últimos seis meses compartiendo, releyendo nuestra fe y misión común y reflexiones intensas, nos preparó el camino para encontrar la presencia de Dios en nuestras vidas y darnos cuenta de que había estado caminando con nosotros durante los últimos años de nuestra vida. Él nos sostuvo en nuestro camino de maneras diferentes y únicas. De hecho, Él es un Dios lleno de sorpresas, misericordia y compasión.
Con este encuentro, estamos invitadas testimoniar al mundo la Buena Noticia de Jesús, lo que hemos escuchado, visto y experimentado. Con la inspiración de nuestros fundadores y San Damián de Molokai, con alegría, fidelidad y pasión, encomendamos nuestra vida al Señor mientras respondemos con amor a la misión que se nos ha confiado.
Bea (España), Sara (África), Ellen (Filipinas) Sangita y Bimla (India)
29/06/2018