En la tarde del domingo 29 de octubre se celebró una sencilla liturgia en el nuevo Cementerio Católico de la Santísima Trinidad de Santiago. Se bendijo el nuevo mausoleo donde reposan ahora los restos de los hermanos de la Congregación.
Desde el 4 de octubre, los restos mortales de más de 60 hermanos de la Congregación descansan en ese lugar. Cuarenta y tres cuerpos fueron reducidos en oseras y 18 hermanos fallecidos recientemente trasladados en nuevos ataúdes. El proceso de exhumación y traslado fue una experiencia muy significativa, a ratos impactante y dura, porque en esos restos mortales -ya casi irreconocibles- estaban los cuerpos de seres muy queridos y de gran valor para la provincia chilena.
Los restos de hermanos muy antiguos, que datan desde 1864, se dispusieron en tres nichos dedicados a la osera.
Una tarea como la exhumación de los restos de nuestros hermanos es un remezón a nuestra existencia, para vivirla con calidad, entrega, conciencia de creaturas, y, por ende, de humildad ante tanta soberbia y pequeñez que se apodera de nuestro modo se ser y actuar.
Oremos por estos hermanos ss.cc. que un día dijeron que profesaban en la Congregación donde “queremos vivir y morir”. Ellos así lo hicieron.
31/10/2017