Respondiendo al llamado del Sínodo de la Amazonía, y después de un serio discernimiento, las hermanas de Perú decidieron fundar la comunidad Sagrados Corazones en Selva de Oro, Junín, en la Selva central del Perú. Tres hermanas fueron enviadas hace dos años, desafiando todavía la fuerza de la pandemia: Luz Reyna Velásquez (superiora local), Lidia Quispe y Lidia Mamani.

Las hermanas comparten con emoción, que salieron de Lima aún sin tener la seguridad del lugar donde iban a vivir. Los primeros tres meses fueron recibidas en la casa de los Misioneros Combonianos, en San Martín de Pangoa; mientras tanto, los vecinos de Selva de Oro les construyeron una casa de madera, al estilo del lugar.

Desde su llegada, las hermanas han ido entrando en contacto con los vecinos y con tres comunidades nativas. Han hecho refuerzo escolar a los niños y niñas, talleres de bisutería con las mujeres, están celebrando la liturgia de la Palabra con los fieles católicos todos los domingos, participan en el Consejo parroquial, visitan las familias, entre otros.

La Diócesis junto con el párroco planearon la construcción de una capilla. Este proyecto se empezó a realizar poco a poco, y les han pedido a las hermanas vigilar todo el proceso. De la misma forma, una Asociación extranjera que donó un Albergue para mujeres en condiciones de vulnerabilidad, a los pobladores de Selva de Oro, solicitó a las hermanas su administración.

Patricia Villarroel, superiora general, y Margarita Orozco, consejera, que hicieron la visita canónica desde el 29 de noviembre hasta el 3 de diciembre, animaron a las hermanas a seguirse fortaleciendo como comunidad misionera, y a continuar en el conocimiento y acompañamiento a esta población que está feliz de contar con las hermanas sscc. y que busca acrecentar su fe en el Dios Creador y Señor de la Vida.

08/12/2022