“Los adoradores verdaderos adoran al Padre en espíritu y en verdad”
(Jn. IV, 22)
Queridos Hermanas y Hermanos, el día 29 de Julio, el Señor llegó sorpresivamente a la recoger a nuestra querida hermana INES VICTORIA PAZ y MIÑO (Beatriz), quien después de una muy corta enfermedad en la clínica, que no parecía de mayor gravedad, emprendió el vuelo a la verdadera vida con nuestro Padre Dios.
Nació en Guayaquil el 1920, hija de una familia profundamente cristiana, de donde el Señor la eligió para consagrarla a Contemplar, Vivir y Anunciar el Amor Misericordioso de Dios.
Entró a la Congregación el año 1942. Toda su formación religiosa la hizo en Rumipamba, Quito.
Fue Bachiller en Ciencias de la Educación y se Licenció en Filosofía y Letras en la Univer. Católica de Quito, donde fue alumna muy aventajada.
Amaba la educación y entregó con entusiasmo su vida a formar juventudes forjadas en los valores cristianos y congreganistas.
Fue Maestra, Rectora y Ecónoma en los Colegios de Guayaquil, Cuenca, Rumipamba y también en Pereira y Medellín, Colombia. En el año 2006 pasó a compartir la vida con nuestra comunidad.
Se distinguió por sus dotes de inteligencia, responsabilidad, creatividad y eminente formadora de jóvenes estudiantes. Su gozo era estar con las niñas en el Colegio; educó numerosas generaciones, que hoy la recuerdan con cariño y gratitud, en todas ellas trataba de gravar el sello de nuestro Carisma, con el que siempre se identificó y amó.
Amaba entrañablemente la Adoración, tanto es así que en el 1970 fue enviada a Roma un año para ayudar a sostener la Adoración como parte medular de nuestro Carisma. Muchas veces se le oyó decir que esa obediencia fue el regalo más hermosos que le hizo el Señor.
Mujer emprendedora, exigente con lo que se proponía, firme e inteligente; se entregó sin límites y con mucho amor a la educación.
Era muy amada por su familia, especialmente por sus numerosos sobrinos, que le decían con inmenso cariño: la tía Bacha. Hacía unos meses había perdido a su hermana mayor y a su hermano en muy corto tiempo; esto la afecto enormemente y desde allí fue decayendo día a día, a pesar de la inmediata asistencia médica que se le prodigó, un cáncer pulmonar difícil de detectar, minó su salud muy rápidamente.
A pesar de tener la seguridad de que ya goza de la visión plena de Dios, les rogamos ofrecer por ella las oraciones recomendadas por nuestras Constituciones.
M.Antonia García del Valle T. y
Hnas. de la Cdad. San José ss.cc.