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Señor, la misericordia me hace vivir (Ps. 119)
Hermana de los sagrados Corazones
Nacida en Kuringen(Hasselt) el 30 de julio de 1916
Postulante en Tongres el 2 de febrero de 1935
Profesión temporal el 11 de febrero de 1937 en París
Profesión perpetua en Laval el 11 de febrero de 1940
En Heverlée, el Señor la acogió en su morada eterna el 15 de febrero de 2010.
Reconfortada por el Sacramento de enfermos.
Una gran parte de su larga vida religiosa trabajó en diferentes comunidades de Francia: Laval, Coussay-les-Bois, Sées y París. Después de muchos años la encontramos orando y trabajando en Tongres, luego en Holana, en Meerssen. Desde allí vuelve a Bélgica, a Heverlée en “Vogelzang” donde vive su nuevo y último destino.
Aunque era de salud delicada, la podemos describir como una persona siempre puntual y exacta tanto en el servicio que prestaba como en el que recibía. Era una cualidad y a la vez una dificultad en el vivir cotidiano para ella misma y para las personas de su entorno.
Prestó numerosos servicios, en particular el relacionado con la acogida. Otra de sus cualidades – cuando las hermanas vestían de blanco- eran sus dotes de costurera de “manos de oro”.
Mujer de oración, le gustaba invocar al Espíritu Santo en quien se confiaba. Creó en Tongres un grupo carismático floreciente.
A través de una correspondencia regular mantenía lazos sólidos con su gran familia y amigos.
Después de una larga enfermedad que fue disminuyendo sus fuerzas físicas, se fue apagando “dulcemente” para llegar a la morada del Señor.
La oración elegida para su imagen póstuma corresponde bien a su persona.
Tu misericordia me hace vivir
Dios da la vida y el tiempo
Para permitir que el hombre sea bueno
Un espacio para tejer nuestra vida con sus alegrías y penas
Vivir! Debemos aprender lentamente
A veces con vergüenza y abandono
Invitación a la conversión para ir hacia el otro y hacia Dios
Aceptar ser vulnerable
Juntar las manos, arrodillarse
Dios camina con nosotros toda nuestra vida
Ser humano de pan y testimonio.
El amor eterno no muere.
¡Hermana Louisa, vuestra lucha ha durado mucho tiempo. Habéis luchado el buen combate. Reposad, ahora cerca de nuestro Dios de Amor!
Hna. José Vivys y Hermanas de Bélgica
15/02/2010