“Dios mío heme aquí.” B.M.
El día 4 de Septiembre del 2007 a las 13:h00, partió a la casa de nuestro Padre Dios, nuestra hermana María del Consuelo (Laura Judith) Coello Román.
Consuelito nació el 18 de Marzo de 1915 en Zaruma (El Oro) Ecuador, fue bautizada y confirmada el mismo día; sus padres fueron Baltasar Coello y Consuelo Román.
Ingresó a la Congregación en la ciudad de Cuenca, inició su postulantado el 8 de Diciembre de 1937, su noviciado el 24 de Noviembre de 1938 en Rumipamba - Quito, sus votos temporales el 24 de Diciembre de 1940 en Rumipamba - Quito y sus votos perpetuos el 24 de Diciembre de 1945 en Rumipamba - Quito.
Desde sus primeros años en la Congregación trabajo como maestra en: Cuenca, Quito Centro, Pereira-Colombia; como Directora en Salinas; en Rumipamba-Quito estuvo encargada de los laboratorios y en Guayaquil de la Catequesis.
Consuelito siempre fue muy devota, como la recuerdan sus ex – alumnas: “siempre nos hacia rezar al Sagrado Corazón de Jesús antes de cada clase”.
Fue muy cuidadosa, responsable y estricta en todo lo que se le encargaba.
Sus últimos años pasó en la comunidad de Guayaquil; en el año 2000 su salud empezó a quebrantarse, a pesar de su estado delicado siempre fue fiel a la oración en comunidad, a rezar por sus hermanas y hermanos, sobre todo, a la Adoración al Santísimo y a la Eucaristía.
Nuestra querida Consuelito era una mujer atenta a las necesidades de las hermanas, sencilla, acogedora, expresiva con las personas que llegaban a la comunidad.
Después de una larga enfermedad, Consuelito partió a la eternidad con una paz tan profunda que no nos cabe duda del encuentro con ese Dios Verdadero, sin embargo pedimos ofrecer por ella las oraciones que prescriben nuestras Constituciones.
Rosa Elena Barros, ss.cc.
y Hna. de la Comunidad de Guayaquil