"En Jesús encontramos todo"

CONGREGACIÓN DE LOS SAGRADOS CORAZONES
de JESÚS y de MARÍA
Gobiernos Generales de Hermanos y Hermanas, Roma

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† Hna. María CORTÉS PARDO sscc (Chile)

Bienaventurados los mansos y humildes de corazón,
 porque de ellos es el Reino de los cielos”.
 
 
    María nació en el Carmen (Chillán) el 23 de noviembre de 1942, hija de don José Cortés y de la Sra. Ursulina Pardo y perteneciente a su numerosa familia y profundamente cristiana. Sintiendo el llamado del Señor a la vida religiosa, entró a la Congregación de los Sagrados Corazones el 1° de abril de 1965, haciendo sus primeros votos en 1967 y su profesión perpetua en 1976.
 
    Estudió pedagogía en Religión para enseñanza básica y luego enseñanza media en la Universidad Católica. Amaba su profesión, siendo para ella un desafío constante buscar maneras adecuadas para educar en la fe a tantos niños y especialmente a los jóvenes. Su carisma personal de enseñar la fe, su cercanía con la gente más sencilla, la llevó a vivir y anunciar al Señor en varias presencias de la Congregación en Chile; en parroquias, centros educativos, Fundación, mencionando entre ellas, los Álamos, Yungay, Talcahuano, San Javier, Viña del Mar (Sta. Inés), El Carmen, Santiago y este año 2007 Villa Alegre cuando su enfermedad la obligó a volver a Santiago, a partir del mes de julio.
 
    María, sostenida por su fidelidad a la Eucaristía y a la Adoración, la llevaron a ser una incansable misionera y una mujer fraterna, sencilla, cercana en la vida comunitaria y en su trabajo pastoral. Una de sus oraciones preferidas era el Rosario, el cual lo rezaba en todo momento, en la calle, en las capillas con los grupos; en el bus y últimamente en su cama.
 
    En los últimos años, su amor a los pobres lo expresó preferencialmente en los ancianos, a quienes consideraba los más pobres entre los pobres. Esto le permitió, con ayuda de laicos, formar un Hogar de ancianos, en el Carmen, al que le puso por nombre, “San Francisco de Asís”.Y en los últimos años cuando ya cargaba con su enfermedad, acompañó en la Parroquia Damián de Molokai (Santiago) todos los clubes de ancianos.
 
    Su compromiso por el carisma SS.CC. lo vivió también acompañando y animando las comunidades de la Rama Secular en Santiago, mientras sus fuerzas no se lo impidieron.
 
    Y recogiendo las palabras de la homilía en su Misa de entierro queremos terminar esta circular diciendo: “… hoy damos gracias a Dios por la vida de Maria como hermana de los SS.CC., pues en su vida hemos visto reflejado el anhelo de ser fiel a su Misión y Carisma. No sin luchas y caídas, pero siempre dispuesta a ir “mar adentro y echar las redes”. Ella ha querido encarnar en su vida el Carisma regalado por Dios a nuestros Fundadores, es decir: el seguimiento de Jesús, con la mirada puesta en su Corazón; la fraternidad intensa compartida en pobreza evangélica; la inserción audaz en la humanidad de su época; el servicio sencillo a los más pobres; la pasión por la Iglesia, pueblo de Dios; la cercanía de María, compañera de camino; la celebración de la Eucaristía y su adoración reparadora; la entrega sin reservas en las manos de Dios y su Providencia. Dar gracias por la fidelidad a su esposo, Jesucristo; donde, incluso, en medio de las equivocaciones o posibles mezquindades, siempre supo encontrar el camino de regreso a casa: a los brazos del Padre misericordioso”
 
    Confiamos que en el Corazón Inmaculado de María encuentre la ternura de la Madre; que Ella la presente a su Hijo y así, en su Sagrado Corazón, pueda encontrar la paz eterna y la alegría sin fin.
 
    Que nuestra oración de acción de gracias e intercesión por nuestra hermana María, nos fortalezca como Congregación junto a tantos Hermanos y Hermanas que han partido a la Casa del Padre.
 
Maria Beatriz Montaner ss.cc.
 y Hermanas de la Provincia de Chile

 

29/11/2007