La Hermana Marie-Reine nació en Vitré el 30 de noviembre de 1924 pero vivió sobre todo en Fougères, ciudad que guardaba en su corazón y que le recordaba sus hermosos años pasados allí.
Ingresó en nuestra Congregación de los Sagrados Corazones el 15 de octubre de 1945 y profesó el mes de febrero de 1948. Sor Marie-Reine fue una hermana discreta que sabía ser cercana a sus hermanas, gracias a su corazón de oro y a su alma recta. La sutileza de sus sentimientos hacía bien pues sabía emplearlos en momentos oportunos.
A través de las diversas responsabilidades que le fueron confiadas, quizás el de maestra de novicias es la más destacable. Algunas expresiones de sus novicias lo testimonian hoy: “Guardo de vos un rostro agradable, sonriente y simpático. Habéis sabido unir formación espiritual y distensión. Erais de vanguardia... Os estoy muy agradecida... Me habéis dado el gusto de la apertura a los demás y el gusto por la oración”.
La estancia de la Hermana Marie-Reine en la comunidad de Boissy-St-Léger le permitió participar en “el grupo de visitadoras” del hospital de Limeil-Brévannes. Encontrar a las residentes, compartir sus esperanzas y su alegría la hacían vivir. Y qué apreciadas fueron esas visitas llenas de dulzura y amistad! Ella señalaba: “Me hacen bien a mi misma!” Los encuentros del grupo con el Capellán alimentaban su vida profunda.
Sor Marie-Reine amaba a su familia; lo muestra su presencia junto a su hermana durante los veranos de los últimos años y también la alegría de ver a su madre acogida en la comunidad de Chartres al fin de su vida.
Cuando llegó a la Grand’Maison de Poitiers en diciembre de 2006, Marie-Reine participó en los encuentros del “Movimiento Cristiano de Jubilados” de la parroquia de San Hilario. Apreció la riqueza del compartir del grupo.
El mes de febrero último, festejamos en Poitiers sus sesenta años de vida religiosa. Cuando terminaba ese día expresaba feliz: “Nunca tuve una fiesta así!” Una hermosa manera de señalar la importancia y calidad de nuestra vida fraterna.
El día 3 de julio, durante una visita al médico, Sor Marie-Reine comprendió la gravedad de su estado de salud. Una fuerza interior la empujó a preguntar a la enfermera, al doctor si la espera sería larga... al mismo tiempo agregaba: “Cuando él quiera!” o “No puedo rezar más, lo miro y digo: Dios, Mi Dios!... La Virgen María, siempre me ha acompañado!”
Sor Marie-Reine nos ha dejado el 27 de agosto de 2008, dejándonos su bondadosa y luminosa sonrisa.
Sor Marie Hélène Granjon
Sor Marie-Sylvie Maurin