Santiago López Urmeneta nació en Valtierra (Navarra) hace 57 años. Profesó en la Congregación en San Miguel del Monte en 1966 y fue ordenado sacerdote en El Escorial en 1974. Había llegado a Barcelona en 1972; allí trabajo bastantes años en el colegio, del que fue director. Vivió en las comunidades de Vallvidrera, Diputación y República Argentina, organizó la acogida de jóvenes y animó a algunos a entrar en la Congregación. Ha sido consejero provincial de la Congregación durante 12 años (1978-90). Fue coordinador de la pastoral juvenil provincial (1984-90) y de Europa (85-87), una época marcada por una gran ilusión y mucha actividad. Fue a Torrelavega en 1984, trabajó en el colegio y fue director del mismo.
Fue elegido Superior Provincial el año 93. En 1995 fue elegido coordinador de la Conferencia Interprovincial Europea. En esa etapa vivió en Madrid, entre la casa provincial, la comunidad “pequeña” de Martín de los Heros (2 años) y la parroquia San Braulio los 4 restantes. Terminó este servicio en el 99. Volvió a Barcelona, a trabajar en el colegio, siendo además coordinador provincial de colegios y subdirector de la revista Reinado Social. En 2004 tuvo un tiempo sabático en Londres, una experiencia enormemente significativa para él, donde conoció muy de cerca el aprecio y el cariño de los hermanos de Irlanda.
En 2005 fue a Madrid, a la parroquia de los Sagrados Corazones. Allí apareció en el mes de septiembre la enfermedad, pero se resistió a saber el diagnóstico un tiempo. Fue operado de cáncer de estómago y tratado durante el último año y medio de esta enfermedad. Un tiempo duro y difícil, en el que ha dado el mejor testimonio posible como creyente, como persona y como compañero. Con todo, aceptó la llamada del Superior General, Enrique Losada, para participar en el Capítulo General de 2006. Todos los hermanos presentes recuerdan la entereza y la fortaleza de ánimo que mostró. A pesar de todo el cáncer se ha ido extendiendo sin remedio. Hace poco menos de una semana llegó a la comunidad de El Escorial postrado en una camilla; entró sonriendo y saludando a todos los que le recibieron en la puerta, como siempre, sin perder la figura. En El Escorial ha sido cuidado y acompañado hasta la fecha de su muerte, el 16 de julio de 2007.
Descanse en paz un hermano que ha dado la vida por la Congregación con un enorme entusiasmo. Nos quedamos un poco más solos pero seguimos la estela. Hay mucho amor que mostrar al mundo.
16/07/2007