El 16 de junio, en la Casa general de Via Aurelia, las Hermanas y los Hermanos de las Comunidades de Roma, se reunieron para celebrar los 50 años de vida consagrada de Goyi Marín sscc. y dar gracias al Señor por su constante fidelidad.
La eucaristía fue presidida por Fernando Cordero sscc quien, en su homilía, entretejió bellamente los textos de la liturgia con la historia de Goyi: “La vida se hace música y canción con el salmo 91: ‘Es bueno dar gracias al Señor y tocar para su nombre, oh Altísimo; proclamar por la mañana tu misericordia y de noche tu fidelidad’. Tocar, cantar y bailar. Es un estribillo que define dinámicamente lo que más le gusta hacer a Goyi desde pequeña. Misericordia y fidelidad, la letra que se repite, de manera especial al rememorar toda una vida”. Entrelazando este salmo con el estallido de gozo de María en el Magníficat, Fernando mencionó el recorrido misionero de Goyi: “Ese corazón estalla en Peal y Madrid, en Jaén y Salamanca, en Medellín, Lisboa y Sevilla, en Mozambique y República Democrática del Congo y ahora en Roma. Lugares en cuya geografía se resalta el amor de preferencia de Jesús, que marcan y que te han marcado mucho”.
Goyi hizo la renovación de su profesión religiosa en manos de Patricia Villarroel sscc, superiora general, y al final de la eucaristía, agradeció el gran amor del Señor por ella, su paso discreto y creador por su vida. Sintió que las lecturas del día estaban profundamente ligadas con su historia personal, que la semilla, aunque pequeña, puesta en tierra ya había crecido y estaba dando fruto. Goyi agradeció a las hermanas y hermanos la experiencia vivida estos años. La celebración continuó con el compartir de una deliciosa comida.
17/06/2024