Del 18 al 26 de septiembre se celebraron en Paraguay la XVIª asamblea de los hermanos de la CIAL (Conferencia de América Latina) y la primera asamblea de la zona de América Latina de las hermanas. Ambos encuentros tuvieron lugar en el centro “Marianela”, de los redentoristas, en la ciudad de Atyrá, a una hora de camino de Asunción.
Eran 14 hermanos y 20 hermanas. Junto a los superiores, coordinadoras y delegados y delegadas de las distintas comunidades de América Latina, participaron también los dos Superiores Generales.
Los días 19 y 20 de septiembre, hermanos y hermanas tuvieron juntos una jornada de retiro (animado por Javier Álvarez-Ossorio sobre el tema de los votos) y un día de formación sobre la conversión ecológica en la vida religiosa (animada por Cristina Robaina, teresiana, facilitadora de la asamblea de las hermanas).
Por su parte, los hermanos comenzaron el día 18 con una reunión con los ecónomos de América Latina, que habían tenido su encuentro previamente, a partir del día 14, contando con la presencia de Raja Sebastian, Ecónomo General.
La asamblea de la CIAL se celebra cada tres años. Está formada por los superiores provinciales (hay 4 provincias: Chile, México, Brasil y la Andina), el superior regional (la región de Paraguay), los coordinadores de formación inicial y de formación permanente, y delegados elegidos por los hermanos. En esta ocasión, los participantes eran: Alex Vigueras (coordinador de la CIAL), Sandro Mancilla, René Cabezón y Guillermo Rosas (de Chile); Raúl Pariamachi, Hilvar Loyaga, Arnoldo Fernández y David de la Torre (de la Andina); Nurmy García y Enrique Ramírez (de México); Sérgio Stein y Marcus Vinícius Maciel (de Brasil); Ángel Armoa (de Paraguay); y Javier Álvarez-Ossorio (Superior General).
Actualmente, hay 168 hermanos de la Congregación en América Latina: 20 (México), 53 (Andina), 30 (Brasil), 11 Paraguay, 56 (Chile). La gran novedad de esta asamblea era la reciente creación de la provincia Andina, lo que reduce el número de comunidades mayores de 6 a 4.
El tema más importante de la asamblea fue la revisión de la formación inicial, que es la principal área de interdependencia en la conferencia. Se presentó una evaluación realizada con las respuestas de los que han participado en la formación inicial común en los últimos 20 años: formandos, formadores y superiores. Para hacerse una idea, entre los años 1996 y 2015, América Latina ha tenido 188 novicios, de los que profesaron 132, y permanecen en la Congregación 55 (11 de ellos aún de votos temporales).
La evaluación mostró una gran satisfacción con el noviciado común. También se valoraba positivamente la casa interprovincial de profesos temporales (CIP), aunque se señalaban diversos ámbitos críticos y de posible mejora. A partir de la evaluación, se señalaron algunos criterios y tareas para la continuación de la colaboración en la formación inicial, especialmente durante la etapa de profesos temporales: mantener la internacionalidad; continuidad de los procesos personales (evitando etapas demasiado breves y fragmentadas); equipos sólidos de formadores; un buen centro de estudios teológicos; una adecuada iniciación a la pastoral; trabajar la voluntad y la creación de hábitos para crecer en la responsabilidad personal; mejor seguimiento durante la cuarta etapa; etc.
La asamblea concedió a Brasil, de modo excepcional, la posibilidad de tener una casa de profesos en su país, ad experimentum durante tres años. Brasil llevaba mucho tiempo expresando el deseo de no verse obligado a enviar sus profesos temporales a la casa interprovincial.
Por el momento, el noviciado interprovincial se mantiene en Lima (Perú) y la casa interprovincial de profesos (CIP) en Santiago (Chile). Pero se abre una reflexión sobre la posibilidad de trasladar esas casas en el futuro, en función de los criterios subrayados en la evaluación de la formación inicial.
Otros temas tratados fueron: evaluación del encuentro de hermanos entre 5 y 15 años de votos perpetuos (realizado en mayo d 2017) y estudio de la carta en la que esos 17 hermanos piden una nueva comunidad misionera internacional en América Latina; el proceso de preparación del Capítulo General (presentado por Javier Álvarez-Ossorio); los protocolos de transmisión de informaciones de hermanos durante la formación inicial; las próximas acciones de formación permanente; y las modalidades de preparación a los votos perpetuos.
La asamblea eligió los encargados de diferentes servicios para los próximos tres años: Raúl Pariamachi (coordinador de la CIAL), Enrique Ramírez (coordinador de la formación inicial), y Guillermo Rosas (coordinador de la formación permanente).
Una vez más, la CIAL ha mostrado su capacidad de llegar a acuerdos vinculantes que afectan a personas y al proceso de formación inicial, sabiendo adaptarse a la evolución de la realidad de la conferencia.
Durante la asamblea, además de los dos días de retiro y reflexión, se compartieron con las hermanas los momentos de oración, las comidas y un día de paseo. Todo el grupo siguió con preocupación la situación de México (afectado por un fuerte terremoto el 20 septiembre) y de Puerto Rico (por donde pasó el huracán María el 21 septiembre).
27/09/2017