El pasado miércoles 23 de noviembre, en la fiesta de la Buena Madre, José Rosemberg Pérez Ruiz, profesó perpetuamente en la parroquia San Isidro Labrador en la Ciudad de México. La eucaristía fue presidida por el provincial, Salvador Carlos Mendoza Mendoza.
En su homilía, Carlos reflexionó en la historia vocacional del profeta Samuel y particularmente en el momento y las circunstancias en las que Ana, su madre, lo consagró. Carlos agradeció a la mamá y al papá de José que, por el bautismo, lo consagraron a Dios y, a lo largo de los años, lo formaron como buen cristiano brindándole amor y protección. Ahora que José se consagra perpetuamente al servicio de la Iglesia en la Congregación, todo lo aprendido y vivido en la familia y en las casas de formación en México y en Chile, se hace relevante. Samuel no se rindió a pesar de los golpes de la vida. Con su fe enfrentó la adversidad y ayudó al pueblo a recuperar el favor y la protección de Dios. Carlos pidió a José que, en el contexto actual de la Iglesia y el mundo, como Samuel, se concentre en el fiel servicio que le ha ofrecido a Dios y que sea paciente, humilde y agradecido. El servicio y la disponibilidad, son dos actitudes de José que Carlos resaltó como un significativo aporte a la Iglesia de hoy.
Al final de la eucaristía, Carlos resaltó la figura de la Buena Madre y agradeció a nuestras hermanas de los Sagrados Corazones su presencia e instó a la comunidad a acercarse a la obra y espiritualidad de Enriqueta Aymer. Después de la celebración, se ofreció una comida fraterna en un salón cercano a la parroquia.
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28/11/2022