Durante los días 25 al 27 de mayo, en la casa Domus Fraterna de Roma, se realizó la 97ª Asamblea de la Unión de Supriores generales (USG). Participaron más de 90 superiores.
El tema de convocatoria ha sido la sinodalidad en acción, se trató de ponernos a la escucha de lo que ha ido pasando en la Iglesia, en la vida religiosa, al entrar en la dinámica de escucha mutua, de escucha de lo que Dios nos está diciendo a través de los “clamores” de nuestro mundo y de nuestro planeta y cómo respondemos a sus llamadas. Una mirada a los desafíos de una Iglesia llamada a convertirse en sur formas de liderazgo y en sus estructuras a la forma de ejercicio de la autoridad de Jesús. Luego en diversas experiencias como la asamblea eclesial latinoamericana realizada en noviembre del 2021, que contó con una amplia participación de fieles y pastores, recuerdan la importancia no sólo de darse tiempo para acoger lo que se percibe como llamados de Dios sino también dejarse transformar por lo escuchado, los deseos de cambios y sus resistencias, y devolverlos a las comunidades en caminos de renovación eclesial que necesitan ser acompañados y continuados.
Luego de las contribuciones que enviaron de la vida religiosa masculina y femenina al proceso sinodal cuya síntesis presentaron María Cimperman rscj y José Cristo García Paredes, destaco le gran llamado a que la vida religiosa femenina y masculina exprese la riqueza de la vida bautismal, base de todo camino sinodal y de la que proceden los carismas y ministerios en la Iglesia. En esta línea veo muy sugerente el poder profundizar caminos nuevos de ser y de servir en la Iglesia de hermanas, hermanos y laicos, a la luz de nuestro carisma sscc. Y en estos caminos, no tener miedo a nombrar las resistencias y los temores, a decidirse a caminar juntos, sabiendo a la vez que vivimos tiempos inciertos y que, el Señor con su Espíritu está caminando con nosotros y nos precede.
Y lo más valioso de estos días en la libertad de palabra y la confianza en nuestros intercambios, la sencilla fraternidad vivida en la mesa y en los momentos de descanso, y la búsqueda y el compartir en la fe, durante las oraciones y eucaristías. También a los superiores generales nos hace bien el sabernos caminando juntos a tantos otros hermanos y hermanas. Y el Señor que nos regala su espíritu para seguir el camino, susurrándonos: “No tengan miedo, paz a ustedes”.
29/05/2022