La Hermana Marie-Marthe nació en Waterloo (Bélgica) el 5 de mayo de 1926 y murió el 1° de abril de 2008 en “Home Vogelzang”, casa enfermería y de reposo en Heverlee(Bélgica).
Comenzó su postulantado en Loonbeek el 1° de febrero de 1947 y su noviciado el 3 de agosto del mismo año. El 6 de febrero de 1949 pronuncia sus votos temporales en Loonbeek y sus votos perpetuos el 6 de agosto de 1952 en París.
Monitora de jardín de infantes (diplomada en Italia) y con su talento musical pudo dedicarse a esa actividad en varios países y en muchos ambientes.
Quienes recuerdan a la Hermana Marie-Marthe, instintivamente es su talento de música lo que se recuerda. Por donde ella vivió tanto en Petit-Rechain como en Roma, Madonna di Buia (Italia) Kinshasa (Congo), Tongres, Anvers como en Vogelzang, todos han podido gozar de su música.
La Hermana Marie-Marthe puedo armonizar, como en la música, muchas ocupaciones en su vida: educadora, monitora de jardín de infantes, profesora de francés, traductora, miembro del consejo, misionera en el Congo, dedicada a tares en la Petite Oeuvre de Tongres y otros trabajos parroquiales en un barrio de Anvers.
Su divisa era: “Cantaré eternamente las misericordias del Señor”. Este aspecto de nuestro carisma lo vivió de una manera única. Amaba profundamente a su congregación y a su familia. Fervientemente consagrada, creaba lazos durables y recíprocos. Era una persona amable, que se hacía amar, una persona de oración que vivía fuertemente la eucaristía, la adoración y la reconciliación. Con su talento de música sabía animar las celebraciones. La enfermedad la golpeó en el don que más amaba.
Echando una mirada retrospectiva sobre su vida, vemos que fue muy activa, orante, creyente, compasiva, sociable, agradecida y misionera. Las personas profundamente creyentes y orantes son a menudo personas plenas de gratitud. Y es así que sus últimas palabras fueron gracias, gracias, gracias.
Hermana José Vivys
Coordinadora de las Hermanas SS.CC. Sector belga
01/04/2008