Queridos Hermanos y Hermanas,
Mientras en Picpus se vivía la « Asamblea de las Hermanas del Sector Francia-Québec », nuestra Hermana Augustine BROS, partía hacia la Casa del Padre dejándonos profundamente afectadas! Fatigada, pero bien presente, Augustine participaba todavía en la Eucaristía y comía aún con las hermanas. « Hoy no van bien las cosas, mañana será mejor » solía decir. Nos dejó el 27 de junio a la mañana. “Le he dado todo; ahora le abandono todo”, fue su última oración.
Augustine Bros nació el 10 de junio de 1912 en Buzignargues en Herault pero se crió en Lozère en un ambiente familiar muy cristiano. La Madre Marie, superiora de la Adoración en Mende tuvo mucha influencia sobre ella. A los 19 años orienta su camino hacia Dios, eligió la Congregación e hizo su primer compromiso el 5 de agosto de 1931 en Picpus.
Espíritu de paz, de oración y con gran disponibilidad, su relación con Dios sostenía sus tareas materiales que asumió como servicio en las comunidades de Yvetôt, París, Sées, Roma, Poitiers. Las palabras, escritas de su mano, dicen de su vida interior ávida de crecimiento: “Deja que su presencia te invada como el agua que hace revivir. No digas nada. Él está allí por ti, contigo, en ti. Eso basta. Permanece en él”.
Recordamos cuando compartíamos el Evangelio en comunidad. Augustine siempre compartía algo que ella había vivido y donde se percibía el pasaje de Dios. Le gustaba escuchar la radio de la Iglesia diocesana. Nos parece oírla: “Que bueno fue lo que escuché esta mañana”. Sabía maravillarse. Y una sonrisa luminosa aclaraba su rostro que expresaba su apertura al mundo, a la Iglesia y a su familia que tanto amaba.
Hermana Augustine, gracias por tu entusiasmo interior y por la caridad fraterna que daban ganas de amar. Pero, recuerda, tú eres la séptima hermana de la “Casa de acogida” de Poitiers que se reúne en la Casa del Padre desde enero de 2007. A cada una de vosotras, hermanas mayores, os confiamos la misión de la congregación para anunciar la Buena Noticia en el mundo de hoy... Y de todos nosotros, hermanos y hermanas, asegurales nuestra oración fraterna con el pedido de que intercedan por nosotros.
Hermana Marie-Hélène Granjon
Hermana Claire Tropé
27/06/2007