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† Hna. Germana LUCERO sscc (Ecuador)


 

“Alegría y fervor van siempre juntos” B. M.

   Una vez más, el Señor ha venido a visitar nuestra Comunidad de San José, y esta vez ha puesto su mirada en nuestra querida hermana Germana Lucero Gutiérrez. Y es así como el 20 de Septiembre del 2010, a las 10H30 partió a la Casa de nuestro Padre Dios, a la edad de 83 años.

   Germana (Lucinda Emiliana) nació el 21 de Junio de 1927 en Mulalillo-Salcedo-Provincia del Cotopaxi-Ecuador.

   Inició su Postulantado, el 8 de Junio de 1945 en Rumipamba, el Noviciado, el 16 de Julio del mismo año, sus primeros Votos, el 7 de Abril de 1948 y su Profesión Perpetua, el 8 de Abril de 1951, en Rumipamba.

   Germanita, como la llamábamos, era una hermana llena de Dios. Centró su vida en la Eucaristía-Adoración y de allí bebió el amor, la gratuidad, la alegría y la felicidad que derramaba su persona y, sobre todo, una tierna relación fraternal con sus hermanas. Todo esto lo impulsaba a un celo misionero que lo llevaba a compartir su profunda experiencia de Dios con las demás.

   Tuvo diversas obediencias, en las comunidades de: San José, Quito-Centro, Colombia, Salinas, Guayaquil, Obra Social Nuestra Señora de la Paz, centros misioneros de La Concordia, La Unión y la Comunidad formadora de Quito.

   En todas estas Comunidades, prestó sus servicios como profesora de Corte y Confección, Promoción de la Mujer, Manualidades en general, demostrando así sus habilidades y creatividad, que la caracterizaban.

   Hace dos años, debido a su estado delicado de salud llegó a nuestra Comunidad de San José, enferma de cáncer, desde hace varios años, en ningún momento la hemos oído quejarse. Todo lo recibió con fe y amor, porque entendió que su Misión era reparadora unida a la cruz de Cristo, y a pesar del sufrimiento que vivió en esta último tiempo, por su enfermedad, demostraba a una gran paz interior.

   Que estos años de sufrimiento aceptados con amor, sean para la Provincia y Congregación, una fuente de gracias que atraiga numerosas vocaciones. Estamos seguras que ella ya está gozando de la presencia de Dios; sin embargo, les rogamos por ella, las oraciones que nos piden nuestras Constituciones.

Hna. Ana Beatriz Jaramillo
y Comunidad de San José

20/09/2010