“Señor, Tú me sondeas y me conoces.
“Me tienes bajo tu mano…”
(Salmo 38)
La Hermana Johanna Hex, Hermana de los Sagrados Corazones nació en Schalkhoven el 14 de mayo de 1915. Ingresó en el postulantado en Tongres el 2 de abril de 1931. El noviciado lo hizo en París donde ingresó el 12 de febrero de 1932. Los votos temporales y perpetuos los hizo en París el 4 de agosto de 1933 y el 11 de febrero de 1937 respectivamente. Murió en la paz del Señor en Heverlée (Vogelzang) el 19 de marzo de 2010 reconfortada por los sacramentos de enfermos.
La Hermana Johanna pertenecía a una numerosa familia cristiana; era la cuarta de 11 hermanos (8 hermanos y 2 hermanas). Sor Johann y su hermana Luisa eligieron poner su vida y talentos al servicio de nuestra querida Congregación de los Sagrados Corazones.
Durante 40 años Sor Johanna fue intitutriz de niños de nuestra escuela Watetorenshaat, de los cuales 5 años en Tongres. Una nueva etapa de su vida comenzó desde que se jubiló. A partir de entonces la encontramos en diferentes comunidades, grandes y pequeñas: Heverlée, Bruselas, Petit Rechain, Anveres y Lovaina. Ejerció muchas tareas, entre ellas, la de Consejera provincial, consejera local y en la pastoral. Pero vino el tiempo en que sus fuerzas disminuyeron y que sintió necesidad de descanso. Después de años de intenso y activo compromiso, Sor Johana se instaló en Tongres en nuestra comunidad grande donde supo gozar con los numerosos peregrinos que pasaban por el Santuario del Niño Jesús de Praga y en el ambiente escolar.
A partir del año 2002 vino a la Residencia de acogida de Vogelzang en Heverlée donde participó casi hasta el final de la oración, de la vida comunitaria, en las reuniones y actividades que organiza el Hogar.
Era por naturaleza una persona agradecida, amable, simple y que sabía gozar de afecto recíproco con sus hermanos y hermanos, con el personal, con su familia y con sus amigos. Era nuestra Sor Sonrisa.
Nos dejó el día de San José, después de una rica vida religiosa.Alrededor de su lecho, después de la solemne eucaristía, hemos rezado la siguiente oración: “San José, tú que estuviste atento a vuestras necesidades, abre mi corazón y mi mano generosamente. José, mi amigo, tú que fuiste al cielo sin gran ruido, quédate cerca de mí cuando cae la noche de mi vida. Escucha mi oración. Jesús, María y José, te doy mi corazón, mi espíritu y mi vida. José, mi amigo, te suplico, llévame junto al Señor cuando Él me llame y me reclame. Que me reciba en su Paraíso.”
Hermana José Vivys
Y todas las Hermanas de Bélgica
19/03/2010